Todos los médicos que he visto coinciden en que mi SFC es principalmente de origen infeccioso, aunque tenga otras variables que puedan tener un determinado peso en el cuadro (metales pesados, intestino, etc.).
Además del Lyme, me aparecieron estos virus como posibles implicados en mi SFC, ya que mi último brote fue de origen más bien súbito (empezó con una gastritis en noviembre y en enero se acabó de detonar con un virus). Estoy acabando de hacerme más pruebas, pero en Rigau también me dicen que en mi caso el EBV puede tener un gran peso debido a mis síntomas (tengo faringitis e inflamación de garganta desde enero y algunos días tengo síntomas de tipo viral).
De lo que me han mirado hasta ahora, los virus que me salen son:
Epstein Barr VCA <8,0 (<1,1)
Coxsackie B título 1/80 (negativo inferior a 1/10)
Citomegalovirus anticuerpos, 22,7 (<6,0)
Estoy en espera de que me miren más herpesvirus en analíticas.
La cuestión es que conociendo mi clínica, y después de la primera visita con Ty Vincent en la que me dijo que algunos de mis síntomas son de EBV, ahora me niega rotundamente que el Epstein Barr pueda estarme causando cualquier síntoma. Por lo que he hablado con él, parece que no va a darme antígenos de ninguno de estos virus porque dice que no funcionan o los pacientes no notan mejoría

Está claro que el Epstein Barr lo tiene un 95% de la población, pero me sorprende que con la literatura que hay sobre los herpesvirus y los enterovirus relacionados con el SFC y las investigaciones que confirman las enfermedades que puede causar el Epstein Barr, que causa incluso mutaciones en el ADN, Vincent me afirme rotundamente que el Epstein Barr no puede estar causando ninguno de mis síntomas.

Me he quedado bastante estupefacta, la verdad, y no entiendo esa negativa tan rotunda. De todos modos, ahora me harán nuevas pruebas para confirmar si efectivamente estoy sufriendo reactivaciones virales, pero me siento bastante decepcionada.
Me ha contestado un poco borde a mi último correo, en fin. Personalmente, suelo sospechar de cualquier médico que no esté abierto a escuchar al paciente, se irrite fácilmente o no tenga la mente suficientemente abierta, sobre todo con esta enfermedad. Me ha sorprendido bastante por su parte, la verdad. De momento seguiré con el LDI hasta octubre, que igual me paso con Laura Alonso para abaratar costes y a lo mejor hasta consigo probar algún otro antígeno.
